lunes, 2 de enero de 2012


LAS GRANDÍSIMAS PROMESAS DE DIOS SON CELESTIALES, NO TERRENALES

Por Christopher Leal


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INDICE

Introducción
Las promesas que Dios nos da, son para que tengamos la naturaleza divina

No debemos mirar las cosas que se ven
Los tesoros celestiales
Los afanes de esta vida
Estas son las verdaderas promesas
Bibliografía

Introducción
Seguramente muchos, hemos visto en algún video de youtube, o en canales evangélicos como enlace TVN, o también directamente en alguna congregación evangélica, predicas del famoso mensaje de “promesas terrenales”.
Este mensaje consiste en enseñar que “Dios cumple lo que promete”, en que “debemos confiar en las promesas de Dios”, en “que no debemos dudar ante Dios”, etc.
Pero lo satánico y falsario de su mensaje es que todas las promesas que predican estos pastores, es involucrada a promesas terrenales, como por ejemplo: una empresa, un automóvil, una casa, dinero, reconocimiento, estudios, éxito, etc.
Obviamente que en muchos casos, este mensaje es utilizado para que los fieles hagan sus ofrendas de pacto y así, los pastores obtengan dinero a través de este mensaje, es decir, utilicen la piedad como fuente de ganancia (1Ti.6:5).
A continuación veremos que este mensaje proviene nada más y nada menos que del mismísimo diablo.
LAS PROMESAS QUE DIOS NOS DA, SON PARA QUE TENGAMOS LA NATURALEZA DIVINA
¿Dios nos ha dado Grandísimas promesas? ¡Claro que sí! Pero ¿En qué consisten? Leamos el siguiente pasaje bíblico:
(2Pedro 1:3-4) 
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”.

¡Fíjense en lo claro que es este pasaje! Dios nos ha dado grandísimas promesas, pero esas promesas son para que por ellas lleguemos a ser “participantes de la naturaleza divina", es decir, que todas esas grandísimas promesas tienen directa relación con lo por venir, es decir, la segunda venida del mesías (Hebreos 9:28), ya que en aquel día seremos transformados y obtendremos la naturaleza divina (1Co.15), y si las consecuencias de ellas (las promesas) son la transformación de nuestro cuerpo, significa entonces que las grandísimas promesas que Dios nos tiene, no tienen nada que ver con lo terrenal. Esas cosas no tienen nada que ver con promesas terrenales, de que dios me va a dar un auto, de que dios me va a dar una casa, de que dios me va a dar una gran empresa, de que aquí y allá. Sobre las cosas terrenales, El apóstol Pablo dijo bien claro a Timoteo: "Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores". (1Ti.6:8-9). Por lo tanto, esas predicas de promesas terrenales, no tienen nada que ver con lo que enseñaron Jesús y sus apóstoles. No existe ningún pasaje neotestamentario donde se diga que Jesús y sus apóstoles anduvieran enseñando promesas terrenales a las personas, eso jamás, ya que todo lo que hay en este mundo, es decir, lo terrenal, es pasajero.
NO DEBEMOS MIRAR LAS COSAS QUE SE VEN
A continuación, vamos a leer un pasaje que pulveriza y destroza esa doctrina diabólica de promesas terrenales:
(2Corintios 4:18) "No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas".

La palabra original en el griego traducida por “mirar” es “Shopeo", que puede ser traducida, según el diccionario Strong, por fijarse o considerar. Pues bien, el apóstol Pablo dijo claramente que NO DEBEMOS MIRAR, CONSIDERAR O FIJARSE EN LAS COSAS QUE SE VEN, SI NO, EN LAS QUE NO SE VEN, es decir, QUE NO PRESTEMOS NUESTRA ATENCIÓN en las cosas terrenales del mundo pasajero (1Jn 2:15-17). Por algo dice que son "temporales". ESAS COSAS TEMPORALES, NO DEBERÍAMOS VER, si no las que no se ven, por que las que no se ven, son eternas. ¿Y que es todo lo eterno? Pues todas las promesas celestiales, comenzando desde la transformación de nuestros cuerpos, el arrebatamiento, y la morada con Dios en los lugares celestiales.
Ahora leamos (1Juan 2:15):
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
No debemos amar a este mundo ni a las cosas que en él están, ni tampoco hacer amistad con el mundo (Stgo.4:4), ¿y por qué motivo? Pues porque el mundo pasa, es decir, es temporal, es pasajero, y en él se encuentran:
Los deseos de la carne: Es decir, lo que está en contra del espíritu (Gál.5:16).
Los deseos de los ojos: A esto, yo le podría llamar, según mi interpretación, algo superficial, como la obsesión por la belleza, las riquezas, el deseo de admiración, títulos, fama, reconocimiento y todo lo terrenal.
La vanagloria de la vida: Según la RAE: Jactancia del propio valer u obrar. Otro significado: Muestra excesiva de orgullo que hace una persona de lo que considera que son sus virtudes o bienes propios”.
Todas estas cosas, dice bien claro el pasaje, NO PROVIENEN DE DIOS si no del mundo, el cual es pasajero, es decir, es temporal. Por lo que se está refiriendo, como dijo el apóstol Pablo (2Co.4:18) a lo QUE SE VE, y a esto que se ve, NO DEBEMOS FIJAR NUESTRA ATENCIÓN. Por lo tanto, esas predicas que dicen que Dios nos tiene promesas terrenales, es una mentira totalmente satánica. Usted jamás va a encontrar algún pasaje bíblico donde Jesús, o alguno de sus apóstoles predicaran ese tipo de mensajes. Cuando Jesús o el apóstol Pablo hablan de cosas terrenales, las ponen siempre en un segundo plano. Como dijo Jesús en añadidura, jamás, como lo hacen estos pastores y evangelistas, poniéndola en un mensaje principal.
LOS TESOROS CELESTIALES
Jesús claramente enseñó que No debíamos enfocarnos en las cosas terrenales, si no en las celestiales. Leámoslo:
(Mat.6:19-21) No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

Jesús ordeno claramente; NO HAGÁIS TESOROS TERRENALES, y ¿Por qué dijo eso? Pues porque donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón, es decir, nuestra mente, nuestras prioridades y nuestras preocupaciones. Por lo que en contraste, debemos hacer tesoros en el cielo, y ¿en qué consisten esos tesoros? Pues en sabiduría y en conocimiento de Dios y de Cristo. Leámoslo: (Col 2:3) “Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.
En esto debemos enfocar nuestras mentes y nuestros corazones los verdaderos cristianos, en el conocimiento del Dios padre y de su hijo. Esos son los tesoros que debemos hacer en el cielo, lo cual obviamente, como enseño Jesús, está totalmente en contra de lo terrenal.

LOS AFANES DE ESTA VIDA
Jesús también hablo de los afanes de esta vida
(Mat 6:25) Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
(Mat 6:26) Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
(Mat 6:27) ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
(Mat 6:28) Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
(Mat 6:29) pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
(Mat 6:30) Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
(Mat 6:31) No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
(Mat 6:32) Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
(Mat 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mat 6:34) Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Algunos sinónimos de “afanes” podrían ser los siguientes: deseos, anhelos, ansias. Pues bien, Jesucristo hablo de los afanes como: “preocuparse de forma ansiosa por nuestras necesidades”, como la vestimenta, el dinero y todo tipo de cosas terrenales. El dijo que los gentiles, es decir, los del mundo, buscaban todas esas cosas, entendiendo así, que nosotros los verdaderos cristianos no deberíamos enfocarnos en ellas, y es porque el padre celestial conoce perfectamente nuestras necesidades. Luego dice: “Buscad como prioridad el reino de Dios y su justicia, es decir, las cosas celestiales”, ya que todo lo demás vendrá por añadidura, es decir, es segundario. Jamás deberíamos, los verdaderos cristianos preocuparnos de supuestas promesas terrenales, si no de las celestiales, ya que de esas son las que habla la biblia claramente, como veremos a continuación.

ESTAS SON LAS VERDADERAS PROMESAS
Cuando el señor Jesús aparezca por segunda vez para salvar a los que le esperan (Heb.9:28), después de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-30), y seamos resucitados (1tes 4:15-17):

NUESTROS CUERPOS SERÁN TRANSFORMADOS DE INMORTAL A INMORTALES
"...en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad". (2Co. 15:51-52).

TENDREMOS LA NATURALEZA DIVINA
"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina...". (2P.1:4). 
¿Qué significa tener la naturaleza divina?, pues que seremos como los ángeles del cielo (Mrc.12:25), tendremos gran poder y capacidades sobrenaturales que el hombre no tiene, pues no es un ser espiritual como los ángeles (Heb.1:7).

SEREMOS VESTIDOS DE VESTIDURAS BLANCAS
"El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles". (Ap.3:5). Las vestiduras blancas representan las obras de justicias, santidad, perfección, pureza, dignidad. (Ap.3:4; 7:14; 19:8, tec.).

SEREMOS REYES Y SACERDOTES TENIENDO GRAN AUTORIDAD
"...serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años". (Ap.20:6). "...y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre..." (Ap.1:6). "Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana". (Ap.2:26-28). Como pueden ver tendremos gran poder y autoridad, gobernando con justicia a las naciones y nos resplandecerá la estrella de la mañana la cual representa también Jesús (Ap.22:16).

TENDREMOS DERECHO AL ÁRBOL DE LA VIDA
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios". (Ap. 2:7). "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad". (Ap. 22:14).

TENDREMOS LA CORONA DE LA VIDA
"...Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida". (Apo. 2:10)
"...me está guardada la corona de justicia". (2Tim. 4:8). "...cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman". (2Tim 4:8). "...vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria". (1P. 5:4). "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible". (1Co. 9:25). La corona simboliza nuestro premio, la cual representa: Justicia, vida, incorrupción, gloria, promesa. Esta debemos cuidar (Ap. 3:11).

RECIBIREMOS EL MANÁ ESCONDIDO
"...Al que venciere, daré a comer del maná escondido..." (Ap.2:17). Ese maná escondido es el mismo maná que Jehová dio a Moisés y a los hijos de Israel en el desierto y "...era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel..." (Ex.16:31-32), el cual también relato Jesús en Juan 6:31-58. El maná o pan de vida también es Jesús (Jn.6:35). Nunca más tendremos hambre, ni sed, ni moriremos Nunca. Tendremos el pan de vida y el agua de vida gratuita (Ap.21:6; 22:17).

RECIBIREMOS UN "NOMBRE NUEVO" ESCRITO EN UNA PIEDRECITA
"...y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe". (Ap. 2:17). El blanco representa las pureza y la limpieza de los pecados (Ap. 7:14). La piedrecita representa a los hijos de israel (Ex.28:15-21), y es un sello para cada uno con el nombre que representa el carácter de la persona. Un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

VIVIREMOS EN EL TEMPLO DE DIOS
"Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo". (Ap. 3:12). El templo de Dios es su morada, en donde nos hará columna en aquel templo que simboliza la permanencia la cual será eterna, y tendremos el nombre de Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, que significa que seremos representantes de Dios y su ciudadanía.

NOS SENTAREMOS EN EL TRONO CON JESÚS
"Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono". El trono es la victoria, ya que Jesús venció la muerte en la cruz y se sentó a la diestra del padre, nosotros en nuestra victoria, nos sentaremos con Jesús en su trono y todos seremos uno (Jn.17:21). Se sentarán en tronos los que reciban facultad para juzgar (Ap.21:6).

¡LOS VENCEDORES HEREDARÁN TODO!
"El que venciere HEREDARÁ TODAS LAS COSAS, y yo seré su Dios, y él será mi hijo". (Ap.21:7). Nosotros LOS SANTOS, claro que somos herederos (Heb.1:14). Jesucristo también. "...el Hijo, a quien constituyo heredero de todo y por quien así mismo hizo el universo". (Heb.1:2). El padre constituyo a su hijo heredero de todo lo que creo por medio de él (1Corintios 8:6) "...y un señor Jesucristo, por medio del cual son TODAS LAS COSAS".  TODAS LAS COSAS son herencia de Jesús, y nosotros, somos Coherederos con él. "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados". (Ro.8:17). Así que TODAS LAS COSAS que creo Dios serán nuestras, si es que lo dejamos todo. El universo entero es una promesa para los vencedores. 

Un cielo nuevo y una tierra nueva.
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido". (Ap.21:1-2).
Gracia y paz

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Bibliografía
Versión bíblica: Reina Valera
S-word
Diccionario RAE

Charlas bíblicas del apocalipsis dadas por Tito Martínez: www.las 21tesisdetito.com

1 comentario:

  1. MUY EDIFICANTE SU ESTUDIO LO FELICITO HERMANO POR SU MARAVILLOSO ESTUDIO TODO PARA GLORIA DE DIOS

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